¿A dónde irán los Libros?
¿A dónde irán los libros cuando ya nadie los lea? – la verdad, no me sorprendería que muchos terminen tras una vitrina en algún museo o en las manos de algún coleccionista de antigüedades. Recuerdo una época donde las personas solían salir a las calles acompañadas de sus libros, disfrutando de una suave lectura matutina, una relajante lectura vespertina o una nostálgica lectura nocturna. Que cosa más agradable era observar lectores aficionados sentados en los buses del transporte público, o parados como estatuas en la acera durante un párrafo adictivo, o incluso observarlos acostados sobre el fresco pasto de una plaza.
Hoy en cambio, no veo más que pantallas (teléfonos móviles, tablets, notebooks, televisores, etc.) oxidando nuestra imaginación. La tecnología le ha ido arrebatando silenciosamente terreno a la literatura. No es un misterio que la producción de libros esté disminuyendo constantemente con el paso de los años, ¿pero es la tecnología la responsable de esto?.
Los rápidos avances tecnológicos y su fácil acceso en el mercado, han ido cambiando los hábitos culturales e intelectuales de las personas. Por ejemplo, antes una persona debía dirigirse hasta una librería y pagar un elevado precio (sumando el impuesto al libro) para conseguir un buen libro, en cambio, ahora lo puede descargar desde su teléfono móvil (e-books) a un precio mucho más económico e incluso gratis, lo que le permite ahorrar dinero, tiempo y espacio. Por otro lado, muchos jóvenes prefieren otro tipo de entretención, como lo son las redes sociales, juegos online, series y películas, dejando a un lado los libros.
Se está disipando la belleza de los ojos al hojear un libro, se ha ido perdiendo el romanticismo inherente a la lectura, y silenciando las emocionadas palabras al comentar un libro. ¿Qué pasara con el olor a blancas hojas de los libros nuevos y con el aroma a viejas hojas amarillas de los antiguos?
De todos modos, también debo asumir en parte mi complicidad y admitir que ya no leo como antes ni entro a una biblioteca tan seguido, y que cada día le voy otorgando más atención a los objetos tecnológicos. Pero gracias a eso, es que me he dado cuenta de la importancia de los libros y su fiel compañía, ya que además estés donde estés, a diferencia de un “smartphone”, un libro nunca se quedará sin señal ni se le descargará la batería.
Esteban Gasep W.
A pesar de la tecnología, el libro sobrevivirá como el fiel compañero que nos nutre,enriquece y acompaña.Cuantos libros en PDF,acaban siendo comprados cuando su contenido nos llena,expande,redime y nos aligera el corazón. Porque al final el libro ya cumplió su misión cuando nos llegó al alma y su origen se fundió en su destino.
ResponderBorrarEs una lástima que los libros impresos hayan perdido su presencia para las generaciones actuales, el avance tecnológico aparte de funcionar como un soporte ha ido desplazando los textos escritos, creando nuevos hábitos en la lectura y diversas implicaciones tanto positivas como negativas a pesar de poseer el mismo contenido que un libro físico.
ResponderBorrarActualmente el hábito de leer está en descenso, muchos jóvenes ven a la lectura como algo aburrido o estresante, por lo que recurren a estos medios digitales que le generen mayor interés, sin embargo, la adquisición de conocimientos a través de estos medios digitales en cierta manera se vuelven vagos ya que un dispositivo como por ejemplo un celular, es más propenso a generar distracción al lector en comparación de un libro físico.
Pero no todo es negativo, gracias a los medios digitales ahora se puede realizar mayor interacción con el texto y comodidad para conseguir la información de manera inmediata, como conclusión, creemos que un libro siempre va a tener un espacio reservado para el ser humano, no se extinguirá y convivirá con la tecnología, ya que su esencia y todo lo que ofrece no puede ser trasladada en su totalidad a un medio digital.
Sin duda es difícil pensar en un mundo sin libros… Bueno, en un mundo sin libros impresos, que no es lo mismo que imaginar la ausencia total de la escritura. Un mundo sin libros manuscritos, impresos o digitales se asemeja más a una pesadilla sin Historia que a un posible futuro cercano. Aún así, los especialistas considerando que nos encontramos, desde hace ya varios años, ante una revolución tecnológica muy grande. El mundo digital es una nueva forma de inscripción, transmisión y circulación de la escritura. El soporte material del texto, y por lo tanto de la lectura, ha cambiado radicalmente. Durante años, nos han dicho siempre que abrir un libro, es abrir un mundo de posibilidades y aventuras.
ResponderBorrarLa era digital se está transformando todo. El libro electrónico tiene, sin duda, otras implicaciones en la lectura, aunque el contenido sea el mismo y las palabras digan exactamente la misma cosa.
ResponderBorrarEn realidad, ahora que la gente no tiene el hábito de leer libros, se ha convertido en un blanco fácil de adquirir conocimientos vagos solo por el oír decir al otro, pues la lectura se volvió como algo aburrido o estresante para muchas personas, por lo que han buscado reemplazar la lectura por el teléfono o algún dispositivo tecnológico pues le es de mayor satisfacción, creo que con el tiempo, los libros se convertirán en un algo de la historia y la tecnología incluirá cada vez más la existencia viva de los seres humanos. Y las personas serán cada vez más como un juguete al que un superior le dirá que hacer y este aceptará todo lo que se le dice ya que no cuentan con conocimientos para poder contradecir o reafirmar lo que manifiesta.
ResponderBorrarLa lectura en medios digitales es una práctica extendida en nuestra sociedad. Sin embargo, los lectores, incluso los más jóvenes, prefieren el medio impreso para leer en profundidad.
ResponderBorrarAl leer en pantalla disminuye nuestra comprensión del texto, sobre todo si se trata de contenido informativo. Esta carencia en la lectura aumenta en las nuevas generaciones.
La lectura digital favorece la distracción, lo que interfiere en las capacidades cognitivas necesarias para leer y comprender; entre ellas, la atención, la concentración y la memorización.